Para comprender el mensaje que nuestro Señor quiso transmitir a través de la humilde campesina polaca, es necesario entender qué es la condescendencia de Dios.
Dios se ha valido de sus servidores haciéndoles hablar el lenguaje de su cultura y de su época.
Y, cuando alguno ha tenido visiones o ha proferido profecías, Dios se ha comunicado en un lenguaje que la persona podía entender.
Santa Faustina oye a Jesús hablar en el lenguaje de una joven religiosa de principios de siglo XX.
Faustina oye a Jesús con palabras que ella está acostumbrada a oír y a usar.
Así Jesús le demuestra su Bondad hacia nosotros.
Lo importante es el núcleo del mensaje.
Faustina tiene una profunda experiencia espiritual en la que están todos los sentidos unidos.
Por eso, es arrebatada por el Amor de Dios:
oye la voz de Jesús, percibe Su aroma, tiene sensasiones táctiles y gustativas.
Santa Faustina posee una honda piedad católica
Ella percibe su actitud de consagrada como una total y absoluta confianza a Dios.
Esa confianza le permite atravesar la noche oscura del alma para salir fortalecida y cumplir su misión de Apóstol de la Misericordia.
Santa Faustina fue fiel a la Iglesia y obediente con sus superiores.
Su vida es un cántico a la obediencia de la fe.
Ella obedece a sus superiores, maestras, confesores y obispo.
La obediencia es su verdadera colega y la salva de la soberbia.